Abu Yahia al Libi |
Fuentes de la inteligencia paquistaní y estadounidense aseguran que Mohamed
Hassan Qaid, Abu Yahia al Libi, considerado número dos de Al
Qaeda, podría haber muerto en uno de los recientes ataques con Predator, aviones
no tripulados, en Waziristán, la principal madriguera de la organización
terrorista en las montañas de Pakistán. Si se confirmara la muerte del clérigo
Al Libi supondría otro mazazo a la debilitada estructura militar de una
organización gravemente herida desde la muerte de Osama Bin Laden.
Desde que el emir saudí, de 54 años, fue abatido en su refugio de Abbottabad
(Pakistán) una maldición persigue a sus estrategas y jefes operativos. Nunca en
la ya larga historia de este movimiento yihadista, creado en 1988 con solo 15
hermanos, se habían producido tantas y tan importantes caídas de sus jefes
militares e ideólogos en tan breve espacio de tiempo.
más información
La lista parece interminable y el perfil de los muertos y detenidos es muy
alto: como Abu Yahia al Libi, licenciado en química y escudero de Ayman Al
Zawahari, el emir de Al Qaeda, todos los caídos son medallas de oro
dentro de la organización. Todos figuraban en las listas del FBI como los más
buscados.
Los primeros en caer fueron el tuerto Olyas Kasmiri y Attiyá Abd el Rahman,
víctimas de los ataques de los Predator, en Waziristán (Pakistán). Les siguió
Fazul Abdulá Mohamed, abatido por las balas cruzadas que recibió en un control
militar en Somalia. Ahora, el libio Abu Yahia al Libi ha caído supuestamente en
el refugio principal de la organización, donde solo llegan los aviones no
tripulados de EE UU, un territorio montañoso donde no se atreve a patrullar el
ejército paquistaní.
Nadie puede demostrar si esta cadena de muertes y detenciones es una
casualidad, responde a la eficacia de los servicios de inteligencia o a los
miles de correos electrónicos intervenidos a Bin Laden en su cómodo refugio
paquistaní. De cualquier forma el resultado ha conducido a la mayor crisis de Al
Qaeda, cuyo futuro es cada más vez incierto.
Los servicios secretos aseguran que desde la muerte del emir hay divisiones
entre los quieren seguir atacando a Occidente y los que prefieren centrar sus
atentados contra los apóstatas de Oriente Próximo. El paradero de Ayman Al
Zawahiri, de 60 años, el médico egipcio sucesor de Bin Laden, un veterano
yihadista que lleva décadas en la clandestinidad, sigue siendo un misterio. Un
hombre sobre el que recae el incierto destino de una organización terrorista que
pese a su debilidad todavía puede hacer mucho daño.
No es la primera vez que se proclama la muerte de Abu Yahia al Libi, un
estratega de la organización que alcanzó notoriedad tras huir en 2005 de una
cárcel estadounidense en Afganistán. Según recogen varias agencias de noticias
paquistaníes, un jefe de milicianos en Waziristán ha calificado de falsas las
versiones de los servicios de inteligencia. “Los americanos están sufriendo
grandes pérdidas en Afganistán por lo que tienen que recurrir a falsas
informaciones”, ha dicho el portavoz yihadista.
Fuente:El País.
No hay comentarios:
Publicar un comentario