En 2012, 106 fueron los buques que alrededor del mundo naufragaron o fueron
dados de baja debido a daños sufridos durante la navegación. Sin embargo, sólo
el hundimiento del crucero Costa Concordia, en el litoral del noroeste centro de
Italia, sigue acaparando interés público, tanto por la espectacularidad con la
que zozobró como por el hecho de que, al cumplirse mañana un año de la tragedia,
la nave de 17 cubiertas sigue reposando en la formación rocosa en la que encalló
con 4.229 personas a bordo (entre tripulación y pasajeros, incluidos 12
chilenos), 30 de las cuales murieron y dos siguen desaparecidas.
Considerando la complejidad de las inéditas faenas y los inconvenientes
climáticos, los expertos calculan que el tercer trimestre de este año el Costa
Concordia podría ser reflotado, una vez finalizado el plan de rescate The
Parbuckling Project, que consta de cinco etapas: estabilización (ver
infografía); instalación de los soportes submarinos; enderezamiento de la nave;
instalación de estructuras a ambos lados del barco para la elevación y,
finalmente, el reflote de la nave.
Al respecto, el presidente de la región de Toscana, Enrico Rossi, reveló el
martes el plan de trasladar el Costa Concordia al puerto de Piombino, en las
cercanías de la isla de Elba (oeste de Italia). En el intertanto, los lugareños
de Giglio podrán seguir explotando la veta turística que dejó el naufragio, dado
que por unos US$ 13, por ejemplo, embarcaciones locales ofrecen una excursión a
la zona.
Tal como acusaron los sobrevivientes, el informe oficial sostiene, entre
otras cosas, que la tripulación no estaba debidamente entrenada y que hubo
dificultades para entender las órdenes que en plena crisis se daban en italiano.
Es por ello que entre los otros posibles acusados estarían los representantes de
Costa Cruceros. “Estamos intentando probar que el capitán fue negligente, pero
también la compañía de cruceros, que no entrenó a la tripulación adecuadamente”,
dijo al periódico británico The Sunday Telegraph Holly Ostrov Ronai, abogado de
Nueva York que representa a pasajeros húngaros, quienes al igual que centenares
de otros sobrevivientes buscan una indemnización. Acciones similares se
desarrollan en Reino Unido y Francia.
Fuente:La Tercera
No hay comentarios:
Publicar un comentario