21 de marzo de 2015

¿EL DINERO, NOS VUELVE MEZQUINOS?

¿Nos vuelve mezquinos el dinero?
 
 
 
 
Desde viejos avaros y gruñones hasta los agresivos lobos de Wall Street, Hollywood ha sabido retratar la influencia corruptora de la riqueza. ¿Pero qué tan precisos son esos estereotipos?
 
¿Realmente el dinero corrompe?
La calle que bordea la costa de Los Ángeles está flanqueada por palmeras. Patinadores y transeúntes paseando a sus perros se dirigen hacia la playa.

Y el psicólogo social Paul Piff se pasa la tarde yendo y viniendo sobre un cruce peatonal.
Gracias a la gran cantidad de ricos locales, no faltan los vehículos de lujo. Elegantes coches deportivos e ingeniosos autos híbridos son parte esencial de su demostración.

Piff vino aquí para hacer uno de sus experimentos más provocadores: ¿quiénes se detendrán en el cruce de peatones con más probabilidad, los ricos o los pobres?

Los conductores están obligados por ley a detenerse si alguien quiere cruzar. Y, mientras un Lexus se desliza alegremente por delante de él, Piff explica lo que ha hallado con su equipo de investigadores.

"Ninguno de los conductores de los autos menos costosos violó la ley, mientras que cerca del 50% de los conductores de automóviles más caros rompió la ley", dice.

Fibra moral

Piff también le preguntó a una serie de personas de diversos orígenes cómo se comportan en varios escenarios.

En el pasado, la percepción pública tendía hacia la idea de que la gente muy pobre rompía más las reglas por estar bajo presiones financieras o enfrentar circunstancias difíciles.

Pero el trabajo de Piff sugiere lo contrario: tener más dinero hace que uno se preocupe menos por los otros y se sienta con el derecho a priorizar sus propios intereses.

Después de casi una década investigando este asunto, Piff llegó a la controvertida conclusión de que ser rico, en lugar de transformar a la gente en benefactor benevolente, en realidad puede ser bastante malo para su fibra moral.

"Lo pone más en sintonía con sus propios intereses, sus deseos, su propio bienestar", dice.

"De alguna manera, lo aisla de otras personas, psicológica y materialmente. Uno prioriza sus propias necesidades y sus propios objetivos y tiene menos sintonía con los que lo rodean.

En su laboratorio de psicología, Piff ha llevado a cabo estudios que sugieren que las personas con más dinero son más propensas a ser tramposas en un juego de dados, a comer dulces reservados solo para niños y están menos dispuestos a renunciar a su tiempo para ayudar a otros.

La prueba del dictador

Utilizando una herramienta bien conocida por los psicólogos, la pueba del dictador, Piff reunió a un grupo de personas y les dio a cada una de de ellas US$10.

Les dijo que podían compartir todo, algo o nada de ese golpe de suerte con otro participante al que no le habían dado nada.

Monopolio
El popular juego de Monopolio ha sido muy utilizado por Piff en sus experimentos.
"La economía racional indica que la persona más pobre debe conservar más para sí mismo, y la persona más rica debe dar más”.

"Nos encontramos con todo lo contrario. Entre más rico seas, menos generoso serás. Le darás porciones significativamente más pequeñas a esa otra persona."

"Las personas más pobres fueron notablemente más generosas, dieron el 150% de lo que compartieron los participantes más ricos", dice.

En otro estudio Piff manipuló un juego de Monopolio para privilegiar a un jugador, dándole más dinero para empezar.

Al final, esa persona tenía el Rolls Royce para moverse por el tablero y el jugador con desventaja estaba destinado a perder.

Después de decenas de jugadas se observó que ganar saca lo peor de quien domina el juego: una actitud imperativa, el dominio del espacio, incluso más avidez para comer canapés de un bol de canapés que era para todos los participantes.

Cuando nos sentimos ricos, concluye Piff, necesitamos menos a las otras personas.

En el mundo real, cuando la gente tiene menos dinero depende más de sus relaciones sociales para salir adelante.

Por lo tanto, se priorizan las relaciones interpersonales.

Los ricos, por el contrario, pueden comprar paz, tranquilidad y espacio, además de una solución para la mayoría de sus problemas.

No hay nada como una billetera suculenta para animarse en medio de una crisis. Pero eso tiende a aislar a una persona de las experiencias de otros.

DineroLos hallazgos de Piff tienen un atractivo popular. Hay cierto consuelo al pensar que aquellos que disfrutan de las ventajas de la riqueza también podrían estar pagando un precio.

Todo lo contrario

Pero no todo el mundo está convencido.
La psicología es una disciplina llena de dificultades. En los estudiios del mundo real siempre hay factores de confusión. ¿Tiene la persona que cruza una calle más confianza ante a un coche más barato?

¿Es el conductor realmente rico o el BMW se lo prestó su tío?

Los datos de las encuestas de población son difíciles de descifrar. No hay manera de separar la causa y el efecto, y los sujetos que participan en estudios de laboratorio dan respuestas que pueden o no tener ninguna relación con la vida real.

Sólo cuando los estudios que emplean diferentes métodos apuntan repetidamente a la misma dirección, los resultados se consideran significativos.

Desde que Piff publicó su primera serie de resultados en 2010, otros científicos de todo el mundo han estado ocupados tratando de contradecirlos.

Algunos respaldan el trabajo de Piff, pero otros han encontrado lo contrario.

Un estudio realizado en Holanda que utiliza a millonarios de la vida real como participantes, encontró que son más generosos que una persona promedio cuando se tienen una pequeña suma de dinero para conservar o compartir.

Los análisis de los datos de población de académicos en Europa no encontraron ninguna relación entre la riqueza y la falta de generosidad.

DInero

En la investigación de Piff la gente con más dinero tiende a ser menos generosa. Aunque un estudio en Holanda indica todo lo contrario.
Sobre todo encontraron lo contrario, que los individuos más ricos tienen más tiempo para ofrecer tiempo y dinero para los demás.

El vil metal

Sin embargo, hay un campo estrechamente relacionado de estudio que puede ayudar a explicar los hallazgos de Piff.

La investigadora Kathleen Vohs, de la Universidad de Minnesota pasó su tiempo dejando caer "accidentalmente" un manojo de pequeños lápices amarillos para ver si la gente le ayudaba a recogerlos.

Antes, Vohs introducía en la conversación con la mitad de los participantes pensamientos de dinero, ya sea con frases o contando efectivo.

Estos participantes incentivados demostraron ser menos solícitos para recoger los lápices.
Y en un estudio similar, también fueron menos generosos cuando fueron invitados a donar para organizaciones de caridad.

A diferencia del estudio de Piff, esto parece tener poco que ver con lo ricos o pobres que sean. Y los resultados han sido reproducidos en 19 países hasta la fecha.

"Parece que hay algo sobre la idea del dinero y la manera como la gente lo representa en su mente que causa los efectos que vemos, y que parece que tiene poco que ver con si la gente se siente atada o no a la plata", asegura Vohs.

La investigadora dice incluso que sólo pensar en dinero invoca una "mentalidad de autosuficiencia" que refleja el hecho de que el dinero tiene que ver con transacciones con extraños y el cálculo en beneficio propio".

Normalmente uno no utiliza dinero con sus seres queridos.

Como resultado el dinero puede hacernos más decididos y enfocados, pero también nos hace menos sensible a las necesidades y sentimientos de los demás.

Más agresivos

Investigadores en Hong Kong fueron un paso más allá.

Los profesores Zhansheng Chen y Yuwei Jiang escogieron personas incetivadas por el dinero. Cuando se les daban una serie de dilemas éticos, eran más propensos a aceptar transgresiones morales como hacer trampa en los exámenes o mentir en un currículum.

Zhanshen Chen, Yuwei Jiang

Los experimentos de Chen y Jiang indica que las personas con dinero son un poco más agresivas en sus actitudes con los demás.
Y cuando participaron en un juego en que se podía castigar a otro participante con una explosión de sonido, los participantes incetivados por el dinero seleccionaron el zumbido más desagradable para su oponente, a un nivel consistentemente más fuerte durante más tiempo.

Así que hace hincapié en precios y utilidades, cuentas bancarias y presupuestos, puede no ser bueno para el ambiente de la oficina o la integridad de su organización.

"Si quieres que tus trabajadores cooperen entre sí y sean honestos, no los sobornes con bonos", dice Jiang.

En cambio tiene otra idea.

"Ofréceles a tus empleados un viaje a Hawái. La gente no piensa en dinero cuando se va a Hawái".


Fuente:ABC Mundo.

17 de marzo de 2015

¿QUÉ NOS HACE ELEGIR A UN CANDIDATO ELECTORAL?

¿Por qué elegimos a un candidato electoral y no a otro?
 

Ni su programa político, ni su trayectoria. Que nos parezca más o menos competente depende de su rostro y los sentimientos que nos trasmita. Y las urnas lo reflejan...

 
 
 
Así, nos va, pensarán de inmediato algunos. Pero la cosa parece creíble, porque lo publicó en 2005 la prestigiosa revista “Science”. “En tiempos de elecciones, las encuestas que solemos escuchar en la radio o leer en la prensa dibujan un potencial panorama sobre quiénes serán nuestros gobernantes y sobre quienes no lo serán. También los candidatos y los asesores de campaña recogen esa información para acomodar discursos a los intereses de las mayorías. Pero ¿cómo surgen esos intereses?, ¿qué es lo que hace que una persona elija a un candidato y no a otro?, ¿qué pueden aportar las neurociencias a este aspecto crucial de los procesos sociales? Son preguntas que se hace el neurólogo argentino Facundo Manes en su libro “Usar el cerebro”, editado por Paidós, precisamente analizando ese artículo de “Science”.
 
Por lo visto, “inferir que algún candidato es competente a partir de la apariencia facial puede predecir el resultado de las elecciones”. Palabra de Science, que es casi tanto como decir “de honor”. Lo avala una investigación de la Universidad de Princeton que llevó a cabo el psicólogo Alexander Todorov.

Juicio rápido e inconsciente

A los participantes en el estudio les iban enseñando caras de candidatos a senador o a gobernador que no conocían. Veían dos fotos cada vez y tenían que decir cuál de ellas les parecía más competente, sin recurrir a otro criterio que a su intuición, puesto que los rostros eran desconocidos para ellos. Al parecer, esa intuición que lleva a ver la competencia en el rostro, es buena en casi 3 de cada 4 corazonadas, pues acertaron a predecir a los ganadores en el 70% de los casos.

La investigación, resalta Facundo Manes con razón, da pie a pensar que el voto, que se asume que es – o al menos debería serlo, por sus implicaciones- el producto de una deliberación racional, en realidad se basa en un juicio rápido e inconsciente. Y es que, según otra investigación publicada esta vez en “Frontiers In Human Neuroscience”, el cerebro es capaz de detectar en un abrir y cerrar de ojos (170 milisegundos) si un rostro nos es afín y de asignarle una valoración positiva o negativa mucho antes de que seamos conscientes de ello.

La importancia de los sentimientos

Y es que, según un estudio de la Universidad de Emory, hay tres elementos que influyen en gran medida en el voto. Y los tres son poco “racionales”, todo hay que decirlo: los “sentimientos” hacia los candidatos, hacia el partido y hacia las ideas que representan.
 
Claro que para el neurocientífico Antonio Damasio, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias, esta es una forma rápida pero fiable de tomar una decisión. Es más, sin sentimientos (corazonadas), la toma de decisiones no llegaría a buen puerto, como pudo comprobar en personas con alguna lesión cerebral que impedía la comunicación entre la corteza prefrontal, la zona más evolucionada del cerebro, y otras zonas más profundas y antiguas, evolutivamente hablando, como la amígdala, importante en el procesamiento de emociones. A partir de ahí lanzó su hipótesis del “marcador somático”, que sostiene que los procesos emocionales guían e influyen en la conducta, y especialmente en los procesos de toma de decisiones.

El precio de olvidarlo

La cosa no es banal. Olvidar todos estos descubrimientos científicos puede costar las elecciones a los políticos. Al parecer, según explica Manes, basándose en el estudio de Emory, los demócratas han gobernado menos que los republicanos en Estados Unidos precisamente porque creían que la gente vota fundamentalmente de manera racional, fruto de una larga y argumentada decisión.
 
En definitiva, que pasaron por alto las investigaciones científicas que indican todo lo contrario: que la emoción es un aspecto clave y central de la toma de decisiones. Para que luego digan algunos políticos, o no lo digan pero lo piensen, que investigar es algo que puede relegarse y recortarse. En el pecado llevan la penitencia, que solía decirse...
 
 
Fuente:ABC.es

11 de marzo de 2015

HALLAN POSIBLES RESTOS DE CERVANTES

Creen haber hallado los restos de Miguel de Cervantes y su esposa

Los restos, disgregados y "en muy mal estado", según los investigadores, se han encontrado junto con material óseo de varios adultos más en uno de los nichos de la cripta.Fuentes del Ayuntamiento afirman que el estado de los trabajos del equipo de investigación a día de hoy no garantiza que se hayan encontrado los restos de Cervantes y de su esposa



Los investigadores que buscan a Miguel de Cervantes en la iglesia de las Trinitarias de Madrid, donde fue enterrado, creen haber hallado los restos óseos del escritor y su esposa, Catalina de Salazar, según han informado fuentes cercanas al proyecto. Sin embargo, fuentes del Ayuntamiento afirman que el estado de los trabajos del equipo de investigación a día de hoy no garantiza que se hayan encontrado los restos de Cervantes y de su esposa.
Los restos, disgregados y "en muy mal estado", se han encontrado junto con material óseo de varios adultos más en uno de los nichos de la cripta distinto al que contenía la tabla con las iniciales M.C., y los análisis de laboratorio externo parecen indicar que son los del padre del Quijote y su esposa.
Según han informado las mismas fuentes, no se trata del punto de enterramiento donde el escritor fue sepultado en 1616 sino el sitio al que se trasladaron sus restos óseos con posterioridad a 1673, cuando comenzaron las obras de remodelación de la iglesia, ahora catalogada como bien de interés cultural (BIC) y ubicada en el madrileño barrio de las Letras.
Han sido las pruebas con un espectrómetro de masas las que han permitido al equipo liderado por el forense Francisco Etxeberria analizar la composición ósea y datar los restos que coincidirían con los de Miguel de Cervantes, su esposa, y otros individuos que fueron enterrados en la misma época, en localizaciones también comprobadas en la investigación.


No obstante, no se ha hallado el esqueleto completo de Cervantes sino huesos en mal estado, una hipótesis que viene a refrendar el punto de partida de los investigadores.
"No vamos a encontrar a Cervantes con su nombre puesto en un ataúd", ironizó el director del proyecto, Francisco Etxeberria, cuando en junio del año pasado se presentaron los puntos de enterramiento de la iglesia detectados con un georradar.
El profesor Etxeberria, que ha participado en el estudio de las fosas comunes de la Guerra Civil, en el caso Bretón o en el análisis de los restos de Salvador Allende, ha dirigido esta segunda fase del proyecto centrada en la recuperación y análisis del material para cotejar después su posible correspondencia con los del escritor.
Los detalles del hallazgo se expondrán en una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Madrid, institución que ha financiado y promovido la búsqueda de Cervantes -casi 400 años después de su muerte- en la iglesia donde fue enterrado por expreso deseo del escritor, gran devoto de la orden Trinitaria, que le rescató de cinco años de cautiverio en Argel.
En el convento anejo a la iglesia de las Trinitarias residen aún 13 religiosas que fueron en principio reacias a la búsqueda, pero que finalmente dieron su visto bueno a una intervención que en esta última etapa han seguido muy de cerca.
Fuente:El Mundo.es