Un informe médico dificulta el indulto a Alberto Fujimori
Javier Roca —padre de Martín Roca, estudiante que desapareció en 1993 tras
ser detenido por miembros del Servicio de Inteligencia de la Marina, durante el
gobierno de Alberto
Fujimori— participó el pasado viernes en una protesta frente al ministerio
de Justicia en Lima. Quince activistas y familiares de asesinados y
desaparecidos en ese período formaron la frase ‘No al indulto’ con cada letra
impresa en las camisetas blancas que vestían. La constancia de Roca en buscar
justicia para su hijo se mezcla con la tristeza propia de su pérdida. Como él,
decenas de familias fueron víctimas de las operaciones indiscriminadas en la
lucha contra la subversión de Sendero
Luminoso entre 1992-2000, cuando el gobierno de Fujimori creó un grupo
paramilitar. Dado que en Semana Santa suele haber anuncios de gracias
presidenciales, el grupo reiteró su posición contra la liberación del
exmandatario peruano. En octubre, los hijos de Fujimori hicieron la solicitud de
la gracia, alegando las enfermedades que padece, e incluso, mostrando fotos de
lesiones en su lengua.
La noche del domingo, un programa de América Televisión divulgó el informe
presentado por la junta médica a la Comisión de Gracias Presidenciales,
colegiado del ministerio de Justicia que debe entregar su opinión al jefe de Estado, Ollanta Humala, para que éste tome una
decisión. Expertos indican que el criterio de la Comisión no es vinculante, es
decir, el presidente podría decidir en sentido contrario. Los doce médicos
indican que Fujimori “no registra evidencia actual de cáncer de lengua o
displasia”. El expresidente ha tenido cinco cirugías en la cavidad oral desde la
década de los noventa, debido a lesiones cancerosas o leucoplasias.
Acerca de la depresión que sufre Fujimori, no hay consenso entre los
psiquiatras: tres de ellos indican que tiene un cuadro de “depresión severa con
riesgo suicida”, en tanto que otros dos solo encuentran un “episodio depresivo
moderado”.
En enero de este año, una encuesta de Datum Internacional indicó que un 49% cree que el presidente
Ollanta Humala no dará el indulto, mientras que un 58% estaría a favor de
otorgarlo; once puntos más que en diciembre.
Fujimori está recluido en el Perú desde 2006 en instalaciones policiales,
cuando fue extraditado de Chile, donde permaneció casi medio año. En mayo de
2009, la justicia peruana le impuso una pena de 25 años de prisión por la
matanza de 25 personas en Barrios Altos (Lima) y en la universidad nacional La
Cantuta, además del secuestro de un empresario y del periodista Gustavo
Gorriti.
El preso cumple su pena en una casa que cuenta con un despacho, cabina
telefónica y un taller de pintura. Además puede circular libremente por un área
de unos 10.000 metros cuadrados, de jardines y una huerta que él mismo cultiva.
Además, sus familiares y correligionarios pueden entrar a cualquier hora al
lugar de reclusión y quedarse el tiempo que deseen.
“El informe, la interpretación, coge parcialidades, no el todo. Está en un
período silente de la enfermedad”, dijo el domingo el médico personal de
Fujimori, el congresista Antonio Aguinaga, exministro de Salud en los años
90.
Por su lado, el abogado del preso, César Nakasaki, declaró que el indulto
humanitario “nunca se pidió por enfermedad terminal. La solicitud de indulto es
por enfermo no terminal, y por la concurrencia de tres enfermedades: cáncer
recurrente y crónico, actualmente no presente, depresión severa, e hipertensión
arterial”.
Según la ley peruana, las condiciones que justifican el indulto humanitario
son: padecer enfermedades terminales, o padecer enfermedades terminales no
graves que se encuentren en etapa avanzada, progresiva, degenerativa e
incurable, o que las condiciones carcelarias puedan colocar en grave riesgo la
salud y la vida. La decisión que tome el presidente Humala, coinciden los
analistas, será tomada principalmente de acuerdo a cálculos políticos y no
médicos. El fujimorismo es la segunda fuerza política en el Congreso.
Fuente:El País.
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