La imagen de grandes cardúmenes avanzando por el trópico podría cambiar en
cerca de 40 años debido al calentamiento global. Eso, porque el aumento en la
temperatura de los océanos no sólo causará que los peces sean, en promedio,
hasta un cuarto más pequeños de lo que eran en el año 2000, sino que los hará
migrar hacia los polos en busca de aguas más frías.
De acuerdo a un análisis presentado ayer por el Centro de Pesca de la
Universidad Británica de Columbia, en Canadá, hacia el año 2050, los peces de
todo el mundo disminuirán su peso máximo, en promedio, entre un 14% y 24%, lo
que los hará más pequeños. Y el trópico será una de las zonas más afectadas,
aunque no la única.
El estudio realizado a través de modelos computacionales proyectó por primera
vez el peso y distribución de 610 especies de los océanos Pacífico, Atlántico,
Índico y Ártico Sur. La disminución proyectada llega al 24% del peso en el
océano Índico, 20% en el Atlántico y 14% en el Pacífico.
La razón: el aumento en la temperatura de los océanos, debido al
calentamiento global, provoca que las aguas pierdan oxígeno; elemento vital para
el crecimiento de las especies. A eso se suma otro fenómeno: cuando los peces
llegan a un punto en que dejan de crecer, su alimento se hace escaso -también
requiere oxígeno- y por lo tanto, migran a zonas más oxigenadas, como los
polos.
“Sabemos que el cambio climático ha llevado a una serie de respuestas
biológicas de los peces en los océanos, incluyendo cambios en la distribución y
la modificación del calendario de eventos biológicos. Sin embargo, los efectos
del tamaño corporal y el crecimiento han sido pasados por alto. Los cambios en
el tamaño corporal máximo de peces puede tener implicaciones importantes para
los ecosistemas y la industria pesquera”, señala a La Tercera William
Cheung, investigador principal.
La conclusión del estudio ya se sospechaba, agrega Daniel Pauly, coautor del
estudio, quien explica que “el oxígeno y la temperatura afectan el crecimiento y
tamaño final de los peces mucho más de lo que su alimento lo hace”. Pero lo que
no se esperaba, asegura a este diario, es que el impacto fuera tan fuerte.
De hecho, en el caso del bacalao y el eglefino, ambas especies del Atlántico
norte, los datos registrados mostraron una mayor disminución en el tamaño
corporal que lo que los modelos habían pronosticado. “Hay estudios con peces de
agua dulce que también muestran que las comunidades de peces disminuyen en
tamaño cuando los lagos se calientan”, dice Cheung.
Hacia los polos
El equipo de investigación también utilizó su modelo para predecir los
movimientos de los peces como consecuencia del calentamiento de las aguas, y
creen que la mayoría de las poblaciones se mueve hacia los polos de la Tierra a
una velocidad de hasta 36 kilómetros por década. “Encontramos que hay más peces
de menor tamaño en los trópicos comparado con las regiones más al norte. Sabemos
(y nuestro modelo lo proyecta) que muchos peces cambian su distribución a la
región de latitud más alta cuando el océano se calienta. Así, por ejemplo, en el
Mar del Norte, uno podría esperar ver más peces pequeños de aguas tropicales en
el futuro”, explica Cheung.
A nivel biológico esto significará una escasez de alimento para otros
depredadores, incluyendo el humano. A nivel económico, la disminución del tamaño
afecta el valor de la pesca, pues “si el pez es más pequeño, tienes una pesca
más pequeña, por lo tanto de menor valor. Hay también menos peces para
procesar”, indica Pauly.
El análisis sólo incluyó el efecto del cambio climático y no factores que
también podrían afectar, como la sobrepesca, destrucción del hábitat y la
contaminación.
Fuente:La Tercera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario